Opinión: El déficit habitacional y las peligrosas “construcciones”

Hace algunas semanas que sobrevuela el cielo mercedino la idea de una ciudad en donde cualquiera puede hacer lo que quiera respecto de las situaciones dominiales de las tierras. De la propiedad privada sin más ni menos. Hace ya tiempo que en la Argentina se apuesta fuertemente a instalar cuestiones que una vez logradas son muy difíciles de desinstalar.

Cuando el Presidente Alberto Fernández anunció de manera apresurada a mi humilde entender, la posibilidad de intervenir la empresa Vicentin, asomaron los fantasmas de un gobierno “populista” dispuesto a quedarse con todo. Con nuestros bienes, hasta con el departamento o vivienda de cada uno de nosotros. Pocos repararon en cual había sido el derrotero de esa empresa para la construcción de semejante imperio y cuales las facilidades que el propio estado le había dado para afrontar sus desaciertos económicos con fondos que nos pertenecían a todos los argentinos. Pero la construcción de la noticia fundó cimientos en la cuestión de las expropiaciones y en esa pulseada no había chances de poder ofrecer más argumentos. Es sabido que siempre hace más ruido un árbol que cae en un bosque de miles que van creciendo.

Con el caso de las tomas, usurpaciones y expropiaciones ha sucedido algo bastante parecido. Porque hay un buen cóctel de sucesos como para lograr que una noticia carente de mayores fundamentos encaje dentro de las pretensiones de algunos malintencionados. El comienzo de todo, el primer ladrillo que se puso en esa construcción, fue la posibilidad que parte de la toma de Guernica (Partido de Presidente Perón), llegara a Mercedes como fruto de un acuerdo político. ¿Los ingredientes del cóctel? Mercedes tiene un gobierno de perfil K. Es la ciudad de nacimiento y residencia del actual Ministro del Interior Eduardo de Pedro. La relocalización solo es posible en territorios amigos. Y ya en 2011 el jefe comunal era sinónimo de Villa 31.

No es difícil entonces preguntar que si tiene hocico, dos orejas, cuatro patas y ladra, es un perro. Cuando ya todos vieron al perro quien podrá decir lo contrario. Allí vendrán otras construcciones. Se basaran en que como se denunció por la prensa evitaron llevar adelante lo que tenían en mente, en que el globo de ensayo encontró resistencia, y en buscarle la quinta pata al gato, que antes era un perro. Y más allá de la lógica construcción que pudo ir haciendo el lector en este tramo de columna, no se trata de hacer una defensa de una gestión, sino de no dar por ciertas todas aquellas informaciones que nos llegan y nos saturan. Especialmente si las mismas nos pueden afectar de manera directa.

Porque en definitiva la prensa tiene el rol de informar y una gestión de gobernar y de explicar cuáles son sus políticas públicas y cuales sus planificaciones para determinadas áreas. Mercedes tiene situaciones de ventas irregulares, de ocupaciones y de asentamientos que fueron reconocidos hace ya tiempo. Serán las autoridades las que deban dar explicaciones sobre cada uno de ellos que de acuerdo a los datos del Registro Nacional de Barrios Populares, son 17. De allí a dar verosimilitud a otras cuestiones hay un largo trecho.

Precisamente algunas de las medidas que se han tomado en el distrito, tanto en programas o políticas de estado, como en la construcción de normativas, dejan señales que el camino al que se apunta es diametralmente opuesto a la suma de nuevos asentamientos. De hecho en un intento de toma hace algunas semanas se reiteró hasta el cansancio que todo aquel vecino que participe de un hecho de estas características no tendrá posibilidad de inscribirse en planes de acceso a un lote. Además de ello, para poder hacerlo, deberá acreditar cinco años de residencia en el partido de Mercedes, cosa que ninguna de las familias que se encuentran en Guernica podría hacer.

Por otro lado la reciente ordenanza que aprobó el Concejo Deliberante no hizo más que incorporar algunas “mejoras” a una legislación que ya existía desde el año 2011 y que el parlamento local aprobó por unanimidad sin que ello significara una amenaza a la propiedad privada ni nada parecido. Queda claro que las usurpaciones, que son una parte del gran déficit habitacional que tiene la Argentina, no son la grieta sino parte de esa grieta.

Y precisamente para que esas “distancias” que generan estos temas puedan achicarse este lunes habrá un importante cónclave al que están convocados los diferentes sectores políticos con legítima representación y representantes de diferentes colegios profesionales para “mejorar lo que se deba mejorar”. Hemos escuchado hasta el hartazgo que debemos transitar juntos, que una comunidad organizada funciona mejor que una sociedad dividida. Hasta me siento en la tentación de citar al Martín Fierro… Prefiero esperar esa reunión, en la que todos aquellos sectores que tengan algo para decir puedan hacerlo, que todos aquellos que tengan algo para aportar puedan aportarlo, para que en definitiva, cada uno con sus responsabilidades, propendan a creer en una ciudad donde los acuerdos se impongan a la construcción de argumentos mendaces que tanto daño nos generan.