Opinión Salud: Consolidar un camino con una nueva impronta

En Mercedes, como en el resto de la Argentina, estamos acostumbrados a que el cambio de nombres de funcionarios suele traer aparejado un nuevo trazo en el enfoque. Es decir, un cambio de rumbo. Es sabido que cada persona tiene su impronta y eso es una realidad incontrastable, pero en la mayoría de las ocasiones y cuando el timonel del barco sigue siendo el mismo no se produce más que eso: un cambio de nombres. Esta conclusión no va en detrimento de quien se aleja, ni de quien llega. Por el contrario, pretende no entrar en un camino de comparaciones para evitar poner sobrepeso en el equipaje de quien emprende el viaje.

Hace pocas horas el Director del Hospital y también Secretario de Salud del Municipio confirmó vía redes sociales su alejamiento del cargo que llevaba casi ocho meses cumpliendo ad honorem. Pero lejas está de pensar que Pablo Casiani se está alejando de la gestión. Aquella vieja intención de un doble comando en salud cuando el funcionario municipal acordaba su continuidad en la gestión con el Intendente a pesar de su responsabilidad en el nosocomio provincial, contempló diferentes variables. Pero no estaba planificado ni en este orden, ni en ningún otro, la llegada de una pandemia. El sacudón que generó el Coronavirus modificó toda planificación. A las pruebas debemos remitirnos. En febrero teníamos un hospital con cinco camas de Terapia Intensiva que tuvieron que triplicarse. La demanda entonces en términos sanitarios comenzó a ser más creciente. Entonces era una obviedad que las patas de la mesa que habían imaginado empezaron a aflojarse.

La Secretaría de Salud Municipal ha crecido en servicios. La atención primaria se fortaleció con centros que empezaron a incorporar especialidades. Aparecieron en escena Espacios de Primera Infancia. Se creó un Centro de Diagnóstico por imágenes. Se continuó el programa odontológico que se discontinuó a nivel nacional y surgieron nuevos consultorios en ese rubro prestacional. Nació un centro oftalmológico. Avanzó el programa Primeros Mil Días con la incorporación de nuevas aristas. Se prevén nuevos avances en materia de salud pública local. En el medio la pandemia. El Intendente ya había mostrado que debía tener reflejos para que esa mesa a la que antes hacíamos referencia no siga perdiendo solidez. Fue un primer paso la incorporación a la cartera sanitaria local de Marianela Arenillas. Pero era necesario un nuevo Secretario. Alguien que pueda seguir manejando la pos pandemia sin modificar el rumbo. No resulta fácil para ningún jefe comunal la elección de los intérpretes de sus partituras. Ustarroz tuvo un Casiani un socio eficaz, un aliado relevante. Porque no desafinó en sus notas y sus atinadas decisiones hasta supieron reportarle mejores dividendos a la hora de definir la coparticipación provincial.

El número de atenciones en los centros de primer nivel de atención más las mejoras en el habilitado después de largos años Hogar Villa Abrille, mejoraron el CUD desde 2018 para el distrito. A esta altura de los hechos ya no existían dudas en la gestión que el nuevo Secretario de Salud era una necesidad, sin que esto significara que Casiani debía abandonar su silla en esa mesa de las decisiones. Pero la elección lleva su tiempo natural. Debe encontrarse esa sintonía fina de las partes. Las reuniones comenzaron y se extendieron por largo tiempo. En silencio y con reserva. No obstante el Director/Secretario rompió esa quietud con su temprana despedida en su Facebook. La semana iba a tener una definición que en términos extraoficiales se aceleró por unos días.

Es así que se conoció por voces que resultan más que confiables, que el pediatra Néstor Pisapia será un nuevo integrante del gabinete municipal. Un profesional respetado, de buena imagen y con aquilatada trayectoria. Especialista en neumonología, con experiencias en importantes centros de salud como el Italiano o el Hospital de General Rodríguez. Será Pisapia entonces quien afinará prontamente sus instrumentos para empezar a interpretar esa partitura que ya está escrita. Con su impronta, propia de cada persona. Pero en el entendimiento que deberá ser parte de un equipo que no debe perder solidez en tiempos de fuerte demanda. Habrá nuevo Secretario, habrá un nuevo nombre en Salud del Municipio. Tal vez solo ese sea el cambio, aunque siempre que sucede, suele tener una amplificada estridencia.