MAURO SPERANZA: “Extraño viajar con amigos de la infancia”

Viajar, viajar, viajar
“Llegué en enero del 2020 a España- comienza a contarnos Mauro pero la idea era comenzar un viaje, una aventura. Apenas llegué estuve dos meses viajando, recorriendo un poco, visitando algunos lugares y luego después de eso decidí quedarme en Barcelona, más que nada porque tengo algunos amigos, ahí comencé la documentación y al mes ya estaba trabajando.

Pero también estuve por Sudamérica en otros viajes y por otros lugares de la Unión Europea, del espacio Schengen. Por suerte pude viajar en 2014 con amigos de toda la vida, compañeros del jardín con los que nos criamos juntos, nos fuimos al norte de Argentina, y visitamos Bolivia, Perú y Ecuador entre otros lugares y finalmente la nueva aventura, en mi caso, fue venir para España a principios del 2020. Obviamente comencé a hacer los papeles para poder trabajar. Logré conseguir el pasaporte en Mercedes así que quise finalizar toda la documentación y venirme acá. Estoy en San Just des Berges, en una montaña donde me encuentro repartiendo paquetes de correo express, conociendo todo Barcelona, las afueras, la ciudad, andando por todas partes, así que continuo con ese espíritu aventurero”- dice.

De Mercedes a España
“Fui al Colegio Parroquial, desde jardín de infantes hasta 9 º grado- señala. Luego finalicé en el Colegio Nacional. Mis amigos están algunos allá y otros acá. Por nombrar sólo algunos: Francisco Cadenazzo, el dueño de Cotillón Central, la papelera de Mercedes, Jeremías Rodríguez, son muchísimos. Quedo mal nombrando dos pero son muchísimos.

Si aprovecho para mandarle un saludo grande a mi hermana Agostina, a mi cuñado Francisco, y a mi vieja Viviana y por supuesto un abrazo para todos mis amigos, que como te dije son muchísimos.

Comencé en Mercedes con un emprendimiento de venta de productos de limpieza, y luego estudié la Tecnicatura en Seguridad e Higiene, pude hacer algunos proyectos y trabajos, me pude desenvolver bien. Inclusive he tenido un montón de entrevistas para trabajar acá en España del tema.

Pero un poco me limita el inglés – confiesa, pero también hay que convalidar algunos títulos, que es cuestión de hacer unos trámites, e inclusive hacer alguna formación acá para conocer sus leyes y sus normas. Todo lo nuestro es una copia de España pero cambian las resoluciones.

De todas maneras puedo decir que tuve suerte con respecto al trabajo que conseguí, no me puedo quejar, pero hay de todo, dependiendo a lo que uno se dedique, hay muchísimo trabajo en negro, y muchas oportunidades también.
España es una sede muy grande de argentinos, es una sucursal (risas). La gran mayoría se dedica al rubro hotelero, se emplean como camareros, cocineros, recepcionistas. Hay de todo y de todas las edades, no sólo gente joven, sino también familias enteras, gente que está hace años.

La verdad que aquí son muchas las comodidades, la calidad de vida. Por ejemplo podés agarrar cualquier autopista y en 20 minutos llegar a destino, no tenés esa interminables horas de tráfico para legar a la capital, como allá.

Están avanzados en otras cosas. También están atrasados en otras: el desempleo es mucho, creo que ronda el 30%. Pero bueno, con un sueldo básico se puede vivir. Hay un buen nivel de vida. Creo que la ventaja de tener todos los papales, el insistir, el moverse, el no bajar los brazos, eso también influye a la hora de conseguir trabajo, según cada uno.

Aquí estoy viviendo con un amigo de Chivilcoy de toda la vida, y con otro hermano de Mercedes Tomás Peisino Vázquez, no vive conmigo pero estamos cerca. Vivimos a dos cuadras de la Basílica Sagrada Familia en pleno centro”, comenta.

Correo express
“Como te dije me encuentro repartiendo paquetes de correo express, y cada vez hay más trabajo. Yo trabajo entre 8 y 10 horas, con suerte cinco, con mala suerte doce horas, dependiendo del día.

Me movilizo en una furgoneta, llevo cosas de todo tipo. La verdad que piden cualquier cosa acá por internet. Llevo cartas, piezas de motores, agua, comida, limones, piden de todo, hasta el papel higiénico te encargan por correo. La gente utiliza el delivery mucho más que allá que está más relacionado con lo gastronómico. Acá la verdad te piden lo que se te ocurra.

Por ejemplo te cuento una anécdota – dice Mauro: Lo más raro que transporté una vez fue una caja que vibraba. La iba transportando y vibraba. Llegué a pensar que podía ser una bomba, no sé, me llamaba mucho la atención hasta que en un momento dado la golpeé y dejó de vibrar. Debería ser algún aparato con algún sensor, se le iba a gastar la batería, así que bueno le di un golpe relativamente moderado… (risas) y se paró.

La gente desde la casa hace todo, y con esto del virus más todavía. La gente mayor, los que están más conectados con estas plataformas para consumir le llega todo directamente a la puerta de la casa. Es una empresa que sigue creciendo y ojalá espero que yo también”-concluye.