Elecciones: Que pasó ayer…

En política resumir un resultado a una sola causa es un error. Los números hablan y no dejan dudas en sí mismos. A partir de entonces se pueden empezar a hacer hipótesis sobre causas y consecuencias. Muchas de ellas tendrán algo de razón, pero no toda. Las elecciones primarias en Mercedes nos mostraron una clara victoria del espacio Juntos sobre el oficialismo de Todos, con caudales de votos históricos para bien y para mal.

La oposición trepó a cifras comparables a noches de las más alegres que se le recuerdan en los últimos comicios, mientras que los derrotados perdieron una enorme cantidad de adhesiones si lo comparamos con los últimos guarismos que había mostrado. Vayamos viendo algunos puntos. ¿Se vota diferente en las legislativas? La respuesta a este interrogante es afirmativo. Otras fuerzas recibieron una buena cantidad de votos para superar el piso exigido en las PASO para subirse a la general. Sin embargo no pudieron escaparle a la polarización que otra vez concentró las preferencias. Porque para obtener una chance que acerque a esas opciones al piso para una concejalía deberán mejorar en demasía la performance que tuvieron el pasado domingo.

Por dar un ejemplo concreto en esa cuestión aritmética que marca la realidad, el sector de Avanza Libertad, que fue el tercer sello más votado, debería duplicar las adhesiones para estar cerca de una banca. Ni que hablar del Frente de Izquierda o el Vamos con Vos de Randazzo. Juntos superó el 50 por ciento y Todos sumó cerca del 35. Entre ambos más de un 85 por ciento. A pesar de esa diferencia si se hubiesen repartido cargos la ecuación quedaba en un 5 a 4 en concejales y 2 a 1 en consejeros escolares. Cosas de la normativa electoral. La distancia en votos no hubiese sido tan dura en esa definición.

De las PASO queda la foto y cada uno diseñará que estrategia considera más conveniente para encaminarse a las generales. Unos por mantener lo recibido, otros por recuperar lo que alguna vez tuvieron. ¿Es posible? No existen imposibles, pero será extremadamente difícil para el oficialismo reducir tamaña diferencia. Tal vez sirva como consuelo de una mala elección no perder más terreno que el que ya ha cedido.

¿Los arrastres provinciales y nacionales influyen en los resultados locales? Ese interrogante también tiene una respuesta positiva. Esa influencia puede ser positiva o negativa. Empecemos por el primero. Juntos ha tenido una interna local que recogió más votos aún que las opciones de otros niveles del mismo espacio. La ola de votos a favor de la oposición y en contra de la actual gestión se hizo notar en Mercedes pero también en territorio provincial y en diferentes provincias. Alguna gráfica nos muestra como un mapa pintado de azul hace dos años hoy tiene un amarillo predominante. Con razón podrían no coincidir los candidatos locales opositores con este concepto. Y quien puede discutirle cada uno de los votos que fueron para sus “molinos”. Está claro que han hecho los deberes como para que no haya cortes.

Porque no es menor el dato que en el nivel distrital el voto en blanco trepó a un porcentaje muy superior al que se observó en la opción de diputados nacionales. Por lo tanto las vertientes domésticas de Juntos estuvieron a la altura de lo que marcaba el momento. Pero como hemos dicho, también los arrastres pueden ser negativos. Esa pérdida de terreno del gobierno nacional y provincial se notó con claridad en el territorio local. Podríamos explicarlo también con números cercanos en el tiempo. En 2019 la opción local de Todos superó los 24 mil votos con comodidad. En esta ocasión la adhesión se redujo a menos de la mitad.

Apenas hemos buceado sobre dos variables: el voto en una legislativa y el arrastre. ¿Existen otras más? Por supuesto que sí. Algunas más importantes otras menos. Pero siempre guiados por los números como punto de partido podemos poner algunas cosas en claro. Tan claro como que también hubo un elevado voto en blanco que fue siete puntos superior en concejales que en diputados nacionales y que el nivel de participación estuvo en el orden del 70 por ciento. Aquí aparecen dos claves para lo que viene. Transformar esos votos que ignoraron los candidatos locales en votos positivos e intentar que los ciudadanos que acudan a la general puedan torcer alguna tendencia. Nada sencillo en la cercanía.

La ciudadanía ha dejado un mensaje que no tiene demasiado para discutir. Cada uno de los sectores políticos se debe su propia lectura, su propio análisis y luego el plan a seguir. Septiembre ya dio su veredicto hacia un horizonte llamado Noviembre.