GUSTAVO FALABELLA: “Me encanta volver a Mercedes cada tanto”

Infancia en Mercedes
“A Mercedes lo dejé cuando empecé a trabajar en Gral. Rodríguez, a los 16 años, en el Banco Provincia – nos empieza a contar Gustavo. Volvía todos los fines de semana y ahora cuando puedo me hago una escapada. En ese trabajo, atendía el mostrador en caja de ahorros y cuentas corrientes, el puesto era de cadete. Trabajaba algunas horas menos, y viajaba a Gral. Rodríguez todos los días. Luego me trasladé a Buenos Aires para estudiar Ingeniería.

En Mercedes, viví toda la vida en la calle 32 entre 37 y 39. Desde los 4 años que vivíamos ahí con mi familia. Iba caminando a la Escuela Normal todos los días. Vivía pegadito a los Aloisio, gran amigo, con su padre hemos ido a pescar muchas veces a la laguna de Lobos, me encantaban esos viajes de fines de semana.

El 5to año de la secundaria lo di libre para poder trabajar y cuando terminé la secundaria, pedí el traslado del Banco Provincia para Buenos Aires, para estudiar ingeniería, con mis primos Omar Machi Fernández y Daniel Mónaco, en la Universidad Tecnológica.

Fui compañero de colegio de Liliana Melo, ella vivía ahí en la 31 y uno de los recuerdos que tengo es cuando íbamos caminando a la escuela con mi hermana melliza Graciela, siempre pasábamos a buscar a los que estaban en el camino a la escuela, y entre ellos estaba Lili, con Machi Fernández también. Íbamos todos juntos -recuerda.

En Mercedes está mamá. Tiene 88 años. Está muy bien. Es la que más me tira para ir para allá. Y mi hermana melliza Graciela, que está allá con su esposo Mario.

En cuanto al resto de mis amistades, a través de chat, con varios de ellos estoy conectado. Vamos para los cumples, cada tanto ellos se reúnen, yo soy de los que fallo bastante a esa reuniones, pero ellos se juntan mucho y la verdad que está bueno. Me encanta saludarlos y poder estar en contacto con varios de ellos, para saber cómo andan, qué les está pasando”.

Los trabajos
“Además de trabajar en el Banco, cuando estoy en Buenos Aires, entro a trabajar en la vieja Entel. Trabajé ahí 5 años para trabajar luego en Siemens, una empresa que me dio todo, trabajé ahí por 20 años, de los cuales 3 los viví en Múnich, en Alemania, aprendiendo y entrenándome allá y 1 año y medio en Santiago de Chile, como CEO, gerente general de Chile.

Después de 20 años de empresa, llegó un poco el cansancio y quise reinventarme y hacer otra cosa, ser un poco más dueño e independiente. En Siemens crecí un montón, la empresa me dio todo y le tengo un afecto especial, todo lo que aprendí y crecí en 20 años fueron geniales, pero en un momento tenía que hacer algo por mi cuenta y bueno, emprendí.

Empecé a hacer otras cosas fuera de lo que era ingeniería. Al principio tuve mis fracasos, pero de eso se aprende. Traté de tener cría y engordar el ganado y ahora estoy en la parte inmobiliaria. Emprender es un camino de ida. Cuando lo arrancas, no volvés. Lo recomiendo mucho.

Hoy tenemos dos franquicias de Remax, la inmobiliaria líder del mercado, una acá en Martínez (Olivos) y otra en capital, en Núñez, con dos socios amigos. Hace 8 años abrimos la primera oficina en Martínez y hace 2 año y medio más o menos, abrimos la segunda sobre la calle Cabildo, en Núñez.

Remax ofrece un sin fin de cosas interesantes para poder trabajar, entre ellas mucha capacitación, mucha formación, metodología, una enseñanza que nosotros transmitimos a nuestros agentes inmobiliarios todo el tiempo, y la verdad que nos da una seguridad y un apoyo inmenso poder tener a toda la franquicia, en Argentina y Uruguay, y sabiendo que la empresa es tan reconocida ya no sólo en Argentina (hace 16 años que está), sino en todo el mundo. Hoy en día está en 90 países: es una empresa multinacional muy grande que da un soporte y un apoyo muy grande a la hora de capacitarte y formar gente.

Hace 8 años que tengo la primera franquicia. Vamos viendo el desarrollo que tuvimos en el negocio en esos 8 años y hemos crecido año a año y lo hemos reflejado en la cantidad de personas que desarrollamos dentro de la oficina y en la atención que damos a nuestros clientes. Una de las bases más importantes de Remax es la relación uno a uno con el cliente, la relación de confianza medida en el largo plazo, el poder acompañar a cada cliente a lo largo de cada transacción y en las futuras que la persona realice”-señala.

Los afectos
“Me encanta volver a Mercedes cada tanto y encontrarme con la familia. Mi vieja nos enseñó el arte de la parrilla a los dos, pero mi hermana sobresale en eso. Hace unos asados increíbles. Mi hermana me sorprende día a día. Y las pastas de mi vieja ni te cuento, a los 88 sigue amasando, ahora menos, pero sigue siendo una buena cocinera. Vive sola y se la está bancando muy bien la vieja. Asistida por mi hermana y el marido. Se la pasa con sus libros y la televisión. Ella siempre fue ama de casa, nos crió a todos nosotros, tuvo una rotisería con papá en algún momento. Estaba en el centro pero no me acuerdo, creo que por la 35 y 26.

Cuando voy a Mercedes trato de encontrarme con mi primo Machi Fernández, al cual debería ver más seguido, porque tenemos buenas anécdotas para contarnos y la pasamos bárbaro. Quiero mucho a mi prima, Patricia Falabella, la farmacéutica, mi prima preferida, que cada tanto nos vemos y charlamos un rato. Le mando un beso grande.

Aprovecho para mandar un abrazo grandote a todos mis amigos, no los voy a nombrar porque me voy a olvidar de algunos, pero a todos los de la promo’ 75 estamos en contacto, a mis primos y demás amigos que están fuera de estos dos círculos, ojalá pronto nos podamos encontrar”-concluye.