Internacionales
A 50 años de Abbey Road: y al final, siempre se vuelve a The Beatles.-
El 26 de septiembre de 1969 salió a la venta el último álbum grabado por el cuarteto, que ahora tendrá una nueva versión.
Aunque la foto fue tomada el 8 de agosto de 1969, lo cierto es que la célebre imagen de John Lennon, Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison recorriendo la senda peatonal de Abbey Road, justo donde la calle se cruza en una forma algo irregular con Grove End Street, fue dada a conocer el 26 de septiembre, cuando aún sin saberlo, el mundo asistía al lanzamiento del último álbum grabado por The Beatles.
Nada más ni nada menos que 50 años, medio siglo de cuando por primera vez se escuchó en público eso de que «al final, el amor que te llevás es igual al amor que das». Nada más ni nada menos que medio siglo de cuando ese sueño, definitivamente, se acabó.
Claro que en ese momento nadie dijo que aquel iba a ser el último disco de los Beatles. Pero cómo leer esa frase final, que Paul repite en el segundo previo al último acorde de cada show que da, hoy, a sus 77 años. Aún cuando pocos días atrás trascendiera que pocos días antes de la publicación del disco John había dado algunas ideas para un futuro trabajo en conjunto.
El 20 de agosto The Beatles se juntaron en la nueva casa de John y Yoko. Faltaban 36 días para el lanzamiento de su último álbum, y la suerte ya estaba decidida.
Por qué no dar crédito a aquellas conversaciones, sabiendo hoy que hubo un Abbey Road después de un Let It Be que parecía, sí, marcar la antesala de un final urgente. Por supuesto, mucho tuvo que ver en esa supervivencia el regreso de George Martin, a quien le debemos, el último suspiro beatle. O, mejor, los últimos gritos de la banda que cambió el mundo.
Por eso tiene sentido que su hijo Giles haya sido ahora el encargado de remezclar el álbum para las nuevas ediciones conmemorativas que se pondrán a la venta este viernes 27 de septiembre, en diferentes formato, algunos de los cuales llegarán a nuestro país, y que cuentan con material extra procedente de las sesiones de grabación del disco.
Paul McCartney reveló que en sus sueños se reúne con John Lennon: “Me visita seguido”.
Giles ya se ocupó de las nuevas versiones del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y del Album Blanco, publicadas en 2017 y 2018, respectivamente. Pero ahora el reto era mucho mayor, dado que, a diferencia de los otros dos discos, Abbey Road se publicó originalmente en estéreo, y su sonido es técnicamente muy superior al de los otros dos discos.
De hecho, Giles Martin ha confesado que necesitó hacer hasta cinco mezclas para «mejorar» el sonido que su padre había conseguido en algunas canciones del disco.
¿Necesitaba el mundo otra versión de Abbey Road? El auge actual del vinilo, la fidelidad de los fans de los Beatles y la eterna fascinación del público por el grupo hacen pensar en un gran negocio a los mercados internacionales, que llevan anunciando desde hace meses la reedición del último álbum grabado por los Beatles, el más vendido de toda su carrera.
Su icónica portada lo mantiene además como una de las imágenes más reconocibles del grupo, además de una de las más recreadas de la historia del arte moderno. Y el cruce de Abbey Road es indudablemente una de las atracciones turísticas de Londres.
Los Beatles eligieron aquel escenario después de desechar la idea de viajar a Nepal para fotografiarse junto al pico más alto del mundo. En algún momento pensaron llamar al disco Everest, porque esa era la marca de cigarrillos que fumaba Geoff Emerick, uno de sus más estrechos colaboradores en los estudios de Abbey Road, donde por entonces hacía sus primeros trabajos como técnico de sonido un joven Alan Parsons.
El último disco de los Beatles fue novedoso también en la elección de su single. Por primera vez, el honor de ocupar la cara uno correspondió a George Harrison, con la imponente Something, a la que el mismísimo Frank Sinatra definió en su día como uno de los mejores temas de las últimas décadas y «el mejor de todos los de Lennon y McCartney». Paul todavía lo recuerda con una sonrisa amarga, aunque ukelele en mano, incorporó la canción a su repertorio habitual.
Harrison emergió como un compositor de primer nivel en Abbey Road, donde firmaba además otra de las canciones más recordadas del disco, Here Comes the Sun. Ese tema abría la famosa cara B del álbum, compuesta en su mayoría por una suite culminada por un solo de batería de Ringo y un duelo de guitarras entre John, Paul y George, como preludio de The End.
Acaso por eso a Lennon se le había ocurrido que en un futuro álbum, el reparto de temas fuera en partes iguales entre él, Macca y George. Cuatro canciones de cada uno era la propuesta, y acaso dos de Ringo, si el baterista tenía ganas de hacer su aporte. Pero la idea, ya sabemos, no prosperó.
Lo que sí había prosperado fue aquel célebre «medley» de Abbey Road, idea de McCartney, mientras a Lennon le quedaba el privilegio de abrir y cerrar el Lado A del disco, con Come Together y I Want You (She’s So Heavy). Y a nosotros, el de volver una y otra vez a la obra, para certificar que para semejante historia no podía haber un final mejor.
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