Darío Kling: Nuevo Párroco en Chacabuco

A través de una carta dirigida a la Comunidad Parroquial de San Isidro Labrador de Chacabuco, el Arzobispo Jorge Eduardo Scheinig comunicó que el Padre Darío Kling será su nuevo Párroco.

La carta comienza con el saludo “¡Que la paz del Señor los sostenga unidos en medio de las dificultades del tiempo presentes!”. El Arzobispo destacó que la Comunidad de Chacabuco ha sido muy enriquecida en dones, ya que “atesoran una rica historia, son fraternos, tienen una catequesis fecunda, una liturgia viva, una caridad creciente y diversos grupos e iniciativas.” También señaló Monseñor Scheinig que la Parroquia de Chacabuco “ha desarrollado un servicio educativo de mucha calidad tanto en el colegio parroquial como en el secundario agrotécnico.”

El Arzobispo aprovechó la ocasión para agradecer al recordado Padre Eduardo Ceres, ya fallecido, y a quien hasta el momento es el Párroco de San Isidro, el Padre Lucas Jerez, por el trabajo que han llevado a cabo por el bien de la comunidad y de la ciudad de Chacabuco.

Recordó a su vez, que “el Padre Darío es hijo de esa tierra y de esa comunidad” a la que “quiere desde siempre”; y que cuando le ofreció el nuevo destino vio en él “una sonrisa que le vino desde el alma, fruto de la alegría que viene de Dios y de intuir que ese era su lugar.” Por su parte el Padre Darío mostró “total disponibilidad y confianza hacia la propuesta”.

El Padre Darío Kling nació en Chacabuco el 14 de diciembre de 1964, fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1992, y luego de ser vicario parroquial de la Iglesia Catedral de Mercedes por unos años, fue integrado al equipo de sacerdotes formadores en el Seminario Arquidiocesano Santo Cura de Ars, en el que permaneció por más de 24 años, desempeñándose durante la mayor parte como Rector.

A su vez, el Padre Lucas Jerez, el Párroco saliente, fue nombrado en el pasado mes de julio nuevo Rector del Seminario de Mercedes. Según el deseo del Arzobispo el cambio entre ambos sacerdotes será de modo paulatino procurando una transición.

A continuación compartimos el texto completo de la carta:

Mercedes, 14 de setiembre de 2020

Querida comunidad de San Isidro Labrador, de la ciudad de Chacabuco:

¡Que la paz del Señor los sostenga unidos en medio de las dificultades del tiempo presente!
Con inmensa alegría y esperanza les comunico que el próximo pastor y párroco de esa querida comunidad será el padre Darío Kling.

Ustedes son una comunidad enriquecida de dones, de los que siempre deben dar gracias al Señor que los llama, convoca y envía.

Atesoran una rica historia, son fraternos, tienen una catequesis fecunda, una liturgia viva, una caridad creciente y diversos grupos e iniciativas. Han desarrollado un servicio educativo de mucha calidad tanto en el colegio parroquial como en el secundario agrotécnico.

Agradezco al padre Lucas su disponibilidad y entrega. Junto al recordado y querido padre Eduardo ha trabajado mucho por el bien de la comunidad y de la ciudad. ¡Gracias Lucas de corazón!

El padre Darío, es hijo de esa tierra y de esa comunidad que le dio la vida de la fe en el bautismo y lo hizo crecer en el seguimiento de Jesús hasta dejarlo todo para ser sacerdote suyo. Él los quiere desde siempre.

Cuando le ofrecí a estar con ustedes, vi en él una sonrisa que le vino desde el alma, fruto de la alegría que viene de Dios y de intuir que ese era su lugar. Debo destacar su total disponibilidad y confianza hacia la propuesta que le hacía no sólo como un hermano sino como su obispo.

Él ha estado mucho tiempo en la formación de los futuros sacerdotes, tiene entonces la sabiduría del que sabe escuchar y ver la vida desde lo profundo y por eso estoy seguro que les hará mucho bien. Como así también, no dudo de todo el bien que ustedes le harán al él en esta nueva etapa de su vida.

A pesar de las dificultades que tenemos para encontrarnos, considero que tanto los pastores entre sí, como ellos y la comunidad y los diversos grupos, tienen un muy buen tiempo para que sea una transición en la que puedan compartir la historia, la vida, las dificultades, los proyectos, los sueños y los desafío que todos tienen por delante.

Estoy seguro que el Espíritu del Señor los seguirá impulsando a ser una comunidad viva.

Les aseguro mi oración por ustedes, les pido que también recen por mí.

Les mando un fuerte abrazo y mi bendición.

+Jorge Eduardo Scheinig
Arzobispo Mercedes-Luján