De paso, se viene el debate de las PASO

La posible suspensión de las elecciones primarias denominadas o conocidas como PASO, ha generado desencuentros en diferentes sectores políticos de nuestro país. La iniciativa de eliminarlas, cuanto menos el año próximo y solo votar en octubre, encuentra apoyos y cuestionamientos. Las elecciones primarias nacieron con el propósito de que los partidos políticos puedan elegir a los candidatos que van a representar al espacio en las generales que suelen realizarse en octubre. Pero en más de una oportunidad esos mismos espacios hicieron todo lo posible para no habilitar una compulsa interna que produzca un derroche de energía y deje vencedores y vencidos. O sea las gambetearon con estilo.

Hace algunas semanas una importante cantidad de gobernadores le planteó al Presidente Alberto Fernández que era necesario analizar que en las legislativas del año próximo no exista esta instancia electoral. Se conoció tal intención en medio de acuerdos por el pacto fiscal y quedó la sensación como que formaba parte de un paquete de esos entendimientos. Tan solo un detalle. La mayoría de las veces que las primarias se sometieron a discusión sobre si debían hacerse o no, los argumentos más fuertes que se esgrimían eran estrictamente económicos. En el ejercicio de las dos bibliotecas estaban los que sostenían que no hay que reparar en lo que se gasta por la Democracia y del otro lado aquellos que proponían otras reformas para que las erogaciones sean menores tales como la eliminación de las listas sábanas reemplazadas por lista única. Pero en esta ocasión los argumentos son sanitarios. La pandemia ha instalado discusiones diversas e incluso ha obligado a la postergación de elecciones menores, tal el caso del radicalismo de la provincia de Buenos Aires que aplazó la disputa entre Maximiliano Abad y Gustavo Posse para el mes de marzo sin la certeza que esos comicios puedan llevarse a cabo.

Pero volviendo a su posible suspensión, muchas provincias son autónomas respecto a lo que pueda decir la Nación. La provincia de Buenos Aires es una de ellas. Allá por el año 2009, en territorio provincial, se aprobó la ley 14.086, que adhiere a Buenos Aires a la normativa nacional de elecciones internas abiertas. En sus fundamentos la pretendida Ley hablaba de la necesidad de este proceso electoral para obligar a que los procesos internos partidarios sean, más abiertos. Es decir, poner en un plano de obligación a los ciudadanos para que resuelvan procesos internos de las fuerzas políticas. Cuanto menos parece innecesaria esa obligatoriedad. En lo estrictamente normativo, el Gobernador debe convocar a las primarias, con prescindencia de lo que pueda suceder en Nación. Es decir, si las PASO en territorio argentino no se concretan, las discusión de estas elecciones que anteceden a las generales dependerán de la decisión del mandatario provincial. Y existen plazos, pues de ser en agosto debería estar tomando una determinación cuanto menos 120 días antes. Allí por mayo o junio.

La mayoría de los Gobernadores o de las provincias para mejor decir, estarán llevando adelante durante los primeros meses de 2021 las campañas de vacunación y creen que se extenderán durante meses. Resultará extraño que esas “campañas” se crucen con las otras. Pero el parlamento provincial también tendrá su debate al respecto y no pasará mucho en el transcurrir del nuevo año para que haya una definición. Más allá de los conceptos y datos anteriormente esbozados, hablo de los argumentos económicos y sanitarios, es común que suela hacerme preguntas en voz alta en algunas de mis columnas. ¿Cuál sería el beneficio para los ciudadanos de a pie que se concreten las Primarias el año venidero? ¿Cuánto podría mejorar nuestra realidad seguir siendo parte de manera obligatoria de los procesos internos de las fuerzas políticas que tienen esta instancia electoral para definir a sus candidatos en las generales? Trato de ser generoso conmigo mismo en las respuestas y me invaden más dudas que certezas. Me quedo con uno de los argumentos planteados cuando se propuso la ley. Cuando dice que las Primarias pueden estrechar la distancia “que muchas veces separa a la dirigencia y la militancia del resto de la sociedad”. ¿Las PASO 2021 cumplen con esa consigna? Parece un buen argumento para incluir en el debate.