El Derecho a la vivienda y el rol del estado

Este martes se producirá un hecho que quedará en la historia de nuestra ciudad. Los mercedinos recibiremos a un Presidente en ejercicio, al menos en lo que respecta a la memoria de quien suscribe, por cuarta vez desde que se reinició la democracia. Alberto Fernández llegará a Mercedes y desde este distrito hablará de las nuevas políticas habitacionales que se dispone a implementar el Ejecutivo Nacional. Por cuanto más que referirnos a su visita, nos abocaremos al tema que será el eje de su presencia.

En tal sentido diremos que no es novedad que en el país existe un preocupante déficit habitacional, como parte de problemas estructurales que alcanzan a la Argentina desde largo tiempo. Ha quedado claro que la solución al mismo está íntimamente ligada a lo que pueda hacer el estado que a cualquier otra circunstancia. En las últimas décadas el acceso a la vivienda estuvo vedado a la enorme masa de asalariados por la escasez de ofertas en el mercado financiero. Ninguna entidad bancaria del sector privado estuvo dispuesta a ofrecer líneas crediticias que permitan el acceso a los recursos que le permitan a miles de familias argentinas poder acceder a su casa propia. En tanto, la banca oficial, en el pasado cercano, permitió que se accediera a los créditos ajustados por inflación denominados UVA que terminaron por convertir los sueños en pesadillas.

La nueva gestión nacional apunta a recrear algunos sistemas que si han conseguido permitir el acceso a esa vivienda de sectores que históricamente se había visto postergados. El acceso a la tierra y el acceso a la vivienda son grandes problemas para los argentinos. Existen en Mercedes programas que invitan a los ciudadanos a ponerse en una larga fila para poder conseguir un lote de tierra. Más de 4 mil familias esperan que llegue ese esperado momento. Pero imaginemos que si es complicado tener un terreno mucho más será levantar en él una construcción. Un trabajador, con el sueldo medio que tiene nuestro país, difícilmente pueda llegar a pensar en que podrá adquirir un lote y luego tener su vivienda, sino se le ofrecen las condiciones para que eso suceda. Es entonces cuando indefectiblemente debe aparecer el estado como una especie de “restaurador” de un derecho consagrado en la carta magna. El Derecho a una vivienda digna.

La planificación que se viene llevando adelante entre las políticas municipales y nacionales apuntan a la definición de un círculo virtuoso que permitan alinear diferentes variables que confluyen en la intención de llevar a la práctica real el derecho al que hacíamos mención. El Banco de Tierras puede sumar muchas parcelas, muchos macizos, pero si no se buscan los mecanismos para que se puedan construir casas, puede que los objetivos queden a mitad de camino. Las variables que se agregan a la posibilidad del acceso a una vivienda pasan también por la generación de trabajo, la dinamización de la economía y hasta el arraigo en las comunidades del interior donde no abundan las chances de establecerse con proyectos futuros.

No han sido pocos los barrios de nuestra ciudad que se han levantado al calor de las políticas de estado. El más reciente y tal vez emblemático puede ser el Favaloro que fue parte de un programa federal que no estuvo exento de dificultades. Desde la asunción en el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de dos ex Intendentes, muchos alcaldes del interior comenzaron a ver luz en esa zona repleta de penumbras. Entonces volvemos a Mercedes donde el loteo conocido como Calabria, tal vez sea la punta de lanza para otros predios que ya han sido adquiridos o están a punto de ser comprados por el municipio. A saber: ex Acceso Sur y 110, un loteo en calle 16 y la posibilidad del predio de la ex Dupont con alrededor de 5 hectáreas para urbanizar.

Si a esas tierras se le puede anexar el valor agregado de la construcción de una vivienda, es posible que el déficit habitacional que conocemos sea cuanto menos mitigado. La inminente presencia del Presidente de la Nación este martes en Mercedes nos genera expectativas en tal sentido, pensar en lotes con servicios que luego puedan tener un desarrollo urbanístico con preponderancia estatal en materia de financiamiento. Sería un gran paso adelante para todas aquellas familias que conocen algunos de derechos humanos pero que no pueden ejercerlos ni concretarlos en términos prácticos.