El día que a Menem le cerraron las puertas en Mercedes

Hace pocas horas falleció a los 90 años de edad el ex Presidente de la Nación Carlos Saúl Menem. Como muchos dirigentes políticos y habiendo dirigido los destinos de la Argentina durante una década, el dirigente riojano cosechó seguidores y detractores. Así como fue el padre de la convertibilidad en ese 1 a 1 que tantos añoran, también fue el impulsor de la venta de las empresas públicas y de un proceso de desindustrialización que llevó a la ruina a tantísima empresas en el país. Unas pocas líneas para resumir sus mandatos, pues no está en la idea de este artículo analizar la “década menemista”, sino algunas vinculaciones que tuvo con la ciudad de Mercedes con la que no tuvo el mejor comienzo.

El Justicialismo por única vez en su historia, enfrentó un proceso interno para decidir su candidato a Presidente. Como toda interna hay sectores en pugna y en nuestros pagos hubo episodios que quedaron grabados a fuego. Como la mención del ex Presidente con relación a un viaje por la estratosfera, los mercedinos recuerdan el día en que el ex Intendente Julio Gioscio cerró las puertas del municipio en oportunidad de la visita del candidato que pelearía la pulseada con Antonio Cafiero, nada menos que Carlos Menem. El mandamás riojano venía con slogans que luego no se concretaron en hechos tal el caso de la famosa Revolución Productiva o el Salariazo. Sus proyecciones de fuerte sesgo peronista encandilaron a los sectores sindicales que fueron los que apoyaron a Menem en esa histórica elección del año 1998. Gioscio tenía una fuerte amistad con Antonio Cafiero, quien había gobernado la provincia de Buenos Aires hasta el 91. Su posición estaba clara en esa pelea.

Un sábado de ese año el movimiento sindical organizado realizó una caravana por las calles céntricas con Carlos Menem como protagonista y visitante ilustre. No era más que un candidato por entonces. Los móviles partieron desde la seccional de la UOM en calle 30, para luego tomar avenida 29. La intención era pasar frente al palacio Municipal donde el jefe comunal sabía estar durante esas mañanas. La puerta principal del edificio solía estar abierta, pero el posible paso de Carlos Menem llevó a cerrarla casi por completo. Fue una conducta de desprecio en medio de una disputa interna de la cual, a la distancia, algunos de sus protagonistas dicen estar arrepentidos. Cafiero manejaba el denominado “aparato” y Menem era un dirigente de provincia que representaba nuevos aires. Fue sorpresa la victoria de quien luego se convirtiera en Presidente. Aquella anécdota de la puerta había quedado atrás. Gioscio Intendente y Menem Presidente tuvieron luego relación institucional sin mayores inconvenientes. “Se comportó siempre como un caballero», recuerda Juan Carlos Benítez, un gioscista que admite aquel suceso como un desatino.

Los mandatarios volvieron a verse en reiteradas oportunidades. El proyecto de la cárcel Federal fue un punto de contacto, la inversión de la empresa de capitales mexicanos Dimex y hasta aquella visita a la ciudad en oportunidad de la despedida de Monseñor Emilio Ogñenovich donde se animó a jugar un partido de fútbol en la cancha de Ateneo de la Juventud. Dicho sea de paso Ogñenovich fue una autoridad eclesiástica con fuerte vínculos políticos. Tanto fue así que el propio Menem durante su paso por la presidencia decidió habilitar para la arquidiócesis una estación de frecuencia modulada y un canal de aire como hacía tiempo no sucedía en la historia argentina.

Aquel desplante de Gioscio a Menem es uno de los hechos políticos que más se recuerdan en los últimos años de la política vernácula. Tal vez no hubiese tomado tanta relevancia si el dirigente riojano no hubiese accedido a la Presidencia de la Nación. Pero ambos interpretaron de forma cabal aquella frase que popularizó el General Juan Domingo Perón, “el que gana conduce y el que pierde acompaña”.