Deportes
Gurí Perazzo: historia y leyenda del basquet nacional
En diálogo con Fernando Pachiani en FM Santa María 88.1 repasó sus comienzos en el basquet, su llegada a Gimnasia y Esgrima de La Plata, a la selección nacional y su presente en Mar del Plata.-
En un imperdible diálogo, el mercedino Adolfo Gurí Perazzo comenzó diciendo en el programa «Por el Buen Camino»: «Hacía rato que no hablaba con algún medio local. Esto lo que pasa, a veces se me hace medio difícil porque casi todas mis relaciones son por el poder judicial o por el deporte y en ninguna está Mercedes por eso solamente tengo llamados de familiares, saludos de amigos. Así que hace unos cuantos años que estoy en Mar del Plata radicado definitivamente. En el 69 me fui a La Plata a comenzar mis estudios universitarios.»
«De chico comencé a frecuentar ese hermoso club Talleres Payró que es un club de bochas. En el verano normalmente los fines de semana se transformaba en un club para ir a bailar e ibamos a ver trepados por un tapial muy bajito que tenía un vecino y entrábamos por ahí atrás sin que nadie lo supiera y muchas veces quisimos escalar en Las rejas que tenía esta entrada pero era bastante alta y que tenía enorme tapial. Tenía 12 años- Enfrente del Club teníamos un compañero del grupo del barrio que había hecho un aro con una llanta de bicicleta pegado ahí contra la pared que cada vez que usábamos una pelota de básquet reglamentaria el aro se rompía porque no aguantaba el peso de la pelota y siempre lo hacíamos con pelotas diferentes.»
Preguntado por Fernando Pachiani sobre quién fue el primero que lo dirigió expresó que: «el primer técnico que tuve me parece fue el gordo Santamarina y es muy significativo para mí porque yo había comenzado a dar los primeros pasos y entonces a ese chico que le dabas la pelota para que vaya picando a la cancha a tirar una bandeja y después tenías que esperar más o menos 15 minutos para volver a tirar; se arma un partido y voy al partido; le comento a toda la familia; fueron parte de la familia y no me pusieron en el partido y entonces me puse a llorar. Y dije esto no es lo mío. Hasta que me lo hace ver con un poquito más de intensidad el profesor de educación física del colegio San Patricio que era el Lechón Iribarren. En la secundaria se hacían más exhibiciones que él había organizado y que nos hizo bien el crear un montón de ejercicios con cajones, con aros, y también se ocupaba de armar equipos dentro del colegio San Patricio.»
«Entonces cuando después me voy a estudiar a La Plata, yo me lo encuentro a este profesor o él me encuentra a mí y me convence de entrenar en el fondo de la facultad de ingeniería que estaba el campo deporte para los estudiantes universitarios y ahí es cuando me ve el entrenador de Gimnasia de la Plata que me pregunta qué hacemos con esa pelotita en la mano; vos tenés que agarrar la de básquet y me lleva el club Gimnasia. En aquella época mi papá Adolfo juntaba a todos los tamberos de la zona y llevaba la leche a Suipacha. Cuando éste llegaba a casa con posibilidad de traer de la fábrica yogur, manteca, dulce leche y eran famosas en el barrio las meriendas en casa que varios del barrio se deben de acordar porque cada vez que venía a casa se ponía el pan en la mesa. Después vino toda la parte de motricidad que tuvimos en la secundaria a raíz de todo el trabajo del Lechón; eso también es muy recomendable. Recuerdo hasta las posiciones de los bancos en secundaria, de primaria, personas muy lindas que realmente tuve por suerte; todos me dejaron algo que es lo más interesante de la parte educativa. Creo que con el que más se acuerda uno siempre es el rector; ese que te ha puesto más de una vez afuera abajo de la campana porque te portabas mal; después te acordás mucho desde los curas que eran muy estrictos; la misa de los domingos y de la catequesis y también me acuerdo mucho de los profesores de química, física, matemática y educación física porque me hacían sufrir.»
En referencia a la presencia de Teté Barreneche en su carrera deportiva, dijo que » él iba al Club Mercedes a tirar al aro y se hicieron un par de partiditos; entré a uno de esos partidos y él me ve a mí y después me contó de que le había asombrado la devolución que había visto entre un aro y en otro. Entonces él pasa la información a Gimnasia y Esgrima de La Plata e informa que en Mercedes hay un pibe que juega muy bien. Que yo iba a estudiar ingeniería; que estaba haciendo atletismo en el campo de deportes de la universidad y entonces mandó a este entrenador que después es el que me ve a mí y ya lo había mandado Tete a buscarme. Tuve la suerte de entrar en un equipo que era muy competitivo y entonces hacemos toda una gira por Europa porque era importante el equipo y entonces yo voy en el 70 y ya me había ido,a esa edad, a una gira a Europa; era todo un acontecimiento familiar y personal y me imagino que en ese momento ir a Europa era algo increíble. Por eso a veces a los chicos les digo: viste que en cada partido no sabes quién puede estar en la tribuna y entregate con todo porque no sabes quién se encuentra por ahí y te va a dar la posibilidad. Nosotros lo único que necesitábamos era ganarle, para hacer el equipo del año del país tenemos que ganarle a Lanús en Lanús lo que era imposible. Vamos con Gimnasia en un partido picante que había que ganarlo. Comete la quinta falta Finito Hermann y el técnico no sabía a quién poner y me elije a mí y tengo la suerte de jugar bien y ganamos ese partido y en la tribuna estaba el técnico de la selección nacional. Enseguida dice quiero tenerlo en la preselección por lo menos para verlo y cuando me citaron para la preselección ahí no desaproveché la oportunidad de quedar en la selección a partir del 71; estuve 15 años más o menos vistiendo la blanca y celeste.»
«En el Panamericano de Colombia aparecíó Michael Jordan, un negrito que se diferencia de los demás y entonces te parece que es un soberbio, que se la cree toda, pero no lo podía agarrar nadie; era impresionante y ganaron caminando ese torneo; la verdad que nadie sabía quién era Michael Jordan. En e1 partido que jugamos nosotros contra Estados Unidos equiparamos las líneas internas, digamos de los grandotes, que tenía gente muy alta. Realmente no estoy vinculado a ningún club; lo que hice fue una clínica de básquet y sus valores en el cual trabajo cuando me llaman de algún club; voy un fin de semana o tres días; trabajo con todos los chicos del club; te hago un estudio de todo lo que falta y de lo que había que potenciar dentro de los jugadores y les dijo eso al club o sea así como hablo después también con la familia en cuanto ayudarnos a la prevención a sus hijos a que no entren en cosas raras. También hago un taller con los dirigentes y con los entrenadores.»
Por último expresó Gurí Perazzo que «Hay una particularidad porque mi familia son todos de River. Así que yo era de River hasta que después cuando me contrata Boca y estuve cinco temporadas en Boca Juniors, ahí me di cuenta de lo que era Boca y por inducción me hice hincha de Boca porque no lo vi en ninguna parte del mundo lo que era esa hinchada.»