Mecanismos no tradicionales pero tal vez más eficientes

Concejales de Juntos por el Cambio realizaron gestiones tendientes a lograr una solución a problemas que vienen sufriendo pobladores de la zona rural desde hace largos meses. La información en concreto revela que los ediles Carlos Mosso y Marcela Munarriz como los referentes del sector opositor, tomaron contacto con las autoridades de Vialidad Provincial y solicitaron información sobre la situación imperante en pasos que para los residentes de esa zona son fundamentales para la comunicación terrestre.

Desde el organismo le solicitaron que debía ser el Ejecutivo el encargado de hacer llegar la petición y de allí que sin titubeos solicitaron una reunión con el Intendente interino del momento, a los efectos de trasladarle lo solicitado para acelerar los trámites. La información no dice ni agrega mucho más a un escenario que es muy claro.

Pero la metodología utilizada revela que cuando se alinean las buenas “voluntades” los tiempos administrativos pueden tener una aceleración si se procede con métodos que no son habituales pero tal vez más efectivos.

En estos meses el parlamento local no tiene un funcionamiento regular sino que depende de los inconvenientes que se puedan ir presentando y las urgencias que puedan tener los mismos. Esa condición hace que se pueda recurrir a un aspecto contemplado en la Ley Orgánica de las Municipalidades que tiene que ver con las sesiones extraordinarias, las cuales pueden ser solicitadas por el propio cuerpo (con un tercio de firmas o por pedido expreso de Presidencia) o bien por el Ejecutivo. Insistimos que para ello deben darse las condiciones de necesidad y urgencia que ameriten la convocatoria.

Las sesiones ordinarias recién empiezan el 1 de marzo y es allí donde se establecen reuniones periódicas que acortan los plazos para las tramitaciones. En más de una oportunidad, los inconvenientes que sufre la comunidad suele toparse con esas demoras propias del funcionamiento institucional. Es decir, se detecta un problema, se presenta un proyecto, se convoca a sesión, se aprueba lo solicitado, se comunica al Ejecutivo y luego se procede a la búsqueda de la solución. Todo ese camino demanda tiempo, tiempo que el vecino pierde hasta que las respuestas llegan.

Pero aquí los concejales eligieron un buen “atajo”. Trasladar al Ejecutivo el problema y buscar una resolución de modo conjunto. Por los puentes buscaron tender un “puente” más expeditivo. Tal vez los más puristas puedan decir que es un proceder que se enmarca por fuera de los métodos tradicionales, pero es posible que la intención sea sortear todas esas rémoras a las que hacíamos referencia anteriormente.

El Concejo Deliberante no tiene las mismas facultades que el Ejecutivo para arribar a soluciones más efectivas, pero puede ensayar alternativas que cuando son bienintencionadas deben ser recibidas como tales. El ejemplo es bueno para pensar en otro montón de ejemplos que pueden suscitarse en el quehacer cotidiano. Se puede visitar un barrio y charlar con los vecinos. Posiblemente de ese hipotético encuentro surjan peticiones concretas. Las mismas pueden ser: arreglo de una calle, solución a una pérdida de agua, reposición de luminarias, entre otras cuestiones. Si se canalizan mediante los procedimientos habituales, habrá demoras que pueden ser innecesarias si se buscan mecanismos más efectivos y menos reglamentistas.

Hace pocas semanas atrás el Ejecutivo creó un área dirigida por la concejal mandato cumplido, Mariana San Martin, que entre otros aspectos intenta convertirse en un nexo con el HCD. Una agenda común de ambos podría hacer que el estado municipal se convierta en algo más eficiente para este tipo de soluciones. La generación de un expediente para tapar un pozo, cambiar un foco o arreglar un caño, supone un camino más largo. El diálogo de esta área con el deliberativo podría hacer que los problemas tengan un planteo directo y concreto para que el Ejecutivo tome nota y resuelva en consecuencia.

Es cierto que el Concejo Deliberante tiene un funcionamiento institucional que debe respetarse y que los concejales deben dar respuestas a los pedidos de los vecinos, pero no es menos cierto que esos vecinos claman porque esas respuestas lleguen más temprano que tarde y este modo procedimental, insistimos, no formal tal vez, puede que ese pozo sea tapado antes, que el foco se reponga a poco de haberse recepcionado el reclamo o la pérdida de agua se repare sin mayores dilaciones.

El ejemplo de los puentes puede ser una buena señal. Dependerá de las voluntades políticas si se plasma en los hechos o no.