Municipios y autodeterminación de fases

No han sido pocos los municipios del interior bonaerense que han adoptado como medida retroceder de fase. No resulta grato para quienes gestionan tener que dar un paso atrás en el escenario que se encuentran, pues eso significará que algunas de las actividades que se vienen desarrollando, sufrirán algunas alteraciones. Este sistema que impuso el gobierno de la provincia, también ha dejado al descubierto la autodeterminación de algunas de esas comunas del citado interior, para tomar algunas decisiones.

La situación epidemiológica de cada distrito es analizada por la provincia de Buenos Aires de acuerdo a los datos sanitarios que cada municipio suministra. Pero cuando comenzaron las restricciones en esta segunda ola, no hace más de un mes, la fase 2 se impuso en algunos distritos del AMBA y una decena de comunas del interior se mantuvieron en fase 3 para evitar que las clases sean suspendidas. Sin embargo hubo jefes comunales que con el asesoramiento de sus autoridades sanitarias, solicitaron a la autoridad provincial, retroceder para disminuir la circulación en esas comunas. La punta de lanza fueron Castelli, Zarate, San Carlos de Bolívar y General Villegas. Este último es un distrito que se le había asignado en el tablero.

De acuerdo a lo resuelto por gobernación, ningún municipio puede subir de fase por propia determinación, aunque sí puede observar los parámetros que se plantean en el corto plazo, hacer sus proyecciones y decidir si es necesario poner una pausa para evitar un inexorable shock. Dichas decisiones forman parte de la dinámica que tiene esta pandemia desde sus comienzos y con nuevos elementos e ingredientes en esta segunda ola. En tal sentido se conoció hace poca horas y casi de urgencia, que el distrito vecino de San Andrés de Giles, en la tarde noche del domingo, solicitó a la autoridad bonaerense pasar a Fase 2 a los efectos de intentar controlar una situación que se estaba “desmadrando”. No debe resultar simpático para ningún Intendente tomar esas decisiones, pero está claro que no son casos donde se pueda priorizar lo agradable sino lo necesario.

Tras los anuncios realizados por el Presidente de la Nación y la clasificación de riesgos epidemiológicos, el sistema de fases de la provincia se ajusta a esos términos. Ahora además de números hay un semáforo que marca otras clasificaciones. Precisamente para la fase 2 aquellos destaca que en aquellos municipios en los cuales se haya producido un brote o un aumento significativo y repentino de casos positivos de COVID-19, “cuando a partir de la identificación de los primeros casos autóctonos, se observare un incremento en la velocidad de transmisión medida en términos de tiempo de duplicación o la ocurrencia de casos autóctonos que verifique que la cadena de transmisión se corresponde con un escenario de transmisión comunitaria poniendo en riesgo el funcionamiento adecuado del sistema de derivaciones de atención sanitaria en las zonas afectadas”. De riesgo alto pasa a “alarma”.

El Intendente de Giles y su equipo de salud, observaron que la curva de contagios iba en franco ascenso incluso al mismo ritmo que ciudades de mayor población. En una conferencia de prensa el jefe comunal, Juan Carlos Puglelli, describió la situación del sistema de salud y anticipó que si continuaba el ritmo de contagios que venían viendo, el colapso era inminente. “Si no tomamos medidas de shock el cuadro puede ser caótico. Esta vez estamos al filo, no tenemos chance”, aseguró el titular de la cartera sanitaria gilense. Hasta el domingo último, la vecina ciudad tenía 34 fallecidos, pero observaron que si no lograban controlar la situación “entre 18 y 20 vecinos pueden morir por mes si se mantiene este nivel de contagio”, reflexionaron. No toda la población gilense estará de acuerdo con las medidas adoptadas, aunque es una “obligación responsable” de quienes tienen responsabilidades de gobierno, adoptar las medidas que crean convenientes para proteger la salud de sus pobladores. Giles ha sido otro ejemplo de la autodeterminación de los municipios en medio de una segunda ola que golpea con dureza.-