Soluciones políticas a cuestiones de la política

Independientemente que no se trate de un tema que figure en la agenda de la población que por estos tiempos tiene otras preocupaciones, la legislatura bonaerense finalmente encontró una solución política a una discusión política. La ley que limitaba las reelecciones en la provincia de Buenos Aires, impulsada durante la gestión de María Eugenia Vidal como Gobernadora y apoyada por sector del actual oficialismo como el massismo, fue sometida a algunos retoques que surgieron de la unificación de proyectos que se habían presentado desde ambos sectores.

Los diputadores y senadores finalmente se decidieron a dar el debate que terminó admitiendo modificaciones que favorecieron a muchos distritos sin distinción de colores políticos. Se animaron a poner sobre el tapete el debate, a pesar que hay quienes aseguran que en el famoso “poroteo” de los votos, a pesar de algunas oposiciones, el número cerraba para que la normativa pueda alterarse. Es oportuno decir que los cambios no dejaron libertad de tener reelecciones indefinidas, sino de poner blanco sobre negro sobre una duda o interpretación que ya había sido planteada a la justicia donde se había dictado una cautelar. Ese proceso judicial tal vez continúe, pero es posible que caiga en la figura que se conoce como “desuetudo” puesto que el planteo ya fue resuelto en el plano legislativo.

Los diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires son referentes territoriales, de secciones electorales integradas por municipios. Por cuanto representan a los mismos que en la previa no estuvieron ajenos a la discusión. Con el nuevo texto los Intendentes, también concejales y consejeros escolares, seguirán teniendo un límite de dos mandatos y el impedimento de no poder presentarse para un tercero. Sin embargo el fundamento relacionado con la retroactividad de la ley fue el más contundente para encender la luz verde del 2023.

Muchos intendentes habían sido elegidos en 2015 y la ley entró en vigencia en 2016, razón por la cual se observó que 2019 era en definitiva la primera elección que podía considerarse primer mandato. Entonces 2023 se convierte en el segundo y en la primera reelección. También eliminó la norma el “atajo” del cumplimiento parcial o total que muchos habían encontrado como camino para sortear el escollo. La modificación no admite este movimiento y no importa el tiempo que transcurra en el cargo.

Los favorecidos no son pocos sino más de 60 en una provincia que tiene 135 distritos. No solo oficialistas sino también más de 40 de la oposición y un puñado de jefes comunales que provienen de sectores vecinalistas u otros sectores políticos. En la región no son pocos los que encuentran en esta ley el final de un estado de incertidumbre. Mercedes con Juan Ignacio Ustarroz (FdT), Giles con Carlos Puglelli (FdT), Santiago Maggiotti (Navarro), Alejandro Federico de Suipacha (Juntos) y Guillermo Britos de Chivilcoy dentro de un proyecto vecinal. La lista es más extensa y si bien aparecen distritos del conurbano, la mayoría son referentes del interior. Esa provincia de la que hemos dicho en reiteradas ocasiones, donde el electorado es el juez más imparcial que existe para marcar quienes pueden continuar y quienes no, más allá de las leyes.

En la mayoría de esos distritos los liderazgos de los jefes comunales encontraron un remanso, al menos por los tiempos que vienen. Es natural que a sabiendas que un Intendente está recorriendo sus últimos meses de gestión, existan dirigentes que busquen iniciar la carrera para convertirse en el “heredero” o en el reemplazante natural. Pero la ley ordenó las tropas y aseguran que ese impacto se notó favorablemente.

Las interpretaciones sobre este debate que se neutralizó con la actuación de los legisladores, fueron diversas, pero la ley puso claridad al horizonte, al futuro cercano. Y no se corrieron límites, solo se hizo una interpretación que deja el tablero hacia adelante con más luces que sombras. Bienvenido que la política haya resuelto este aspecto, más allá de la postura que cada uno pueda tener sobre la cuestión. Pero ese era el camino de la solución antes que desde un estrado judicial.