Un kilómetro de cola para ingresar como guardiacárcel

Casi diez cuadras de jóvenes se dieron cita ayer en los alrededores de la Unidad Penal N°1 de Lisandro Olmos, en La Plata, con el objetivo de presentar su currículum vitae, llenar formularios y ser candidatos a las menos de 50 vacantes para desempeñarse como guardiacárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

La inédita postal sorprendió a las autoridades que si bien iban a extender hasta el martes la inscripción para desempeñarse en el penal de Olmos, uno de los más antiguos y poblados del sistema carcelario provincial, decidieron ponerle fin este lunes.

La convocatoria fue para cubrir unas 50 vacantes en ese complejo que aloja a 3.000 presos peligrosos. Desde la noche del domingo, por lo menos 2 mil aspirantes esperaron para acceder por los portones de 197 y 48, uno de los ingresos al sector administrativo del penal, para dejar la documentación que exigen las autoridades. Muchos de ellos, según relataron, sin empleo fijo desde hace mucho tiempo.

El llamado a ocupar vacantes se hizo la semana pasada, y era para hombres y mujeres de entre 19 y 34 años que tengan residencia en el partido de La Plata. Iba a ser para lunes y martes, pero por la gran demanda del primer día, enmarcado en la crisis laboral que vive la capital provincial, las autoridades cerraron el listado de aspirantes pasado el mediodía. En total llegaron a inscribirse 1.300 aspirantes, la mitad mujeres, pese a que en Olmos no hay pabellón ni unidad carcelaria femenina.
Después de la preselección por revisión de la documentación presentada, habrá una prueba médica, psicológica y deportiva. En dos meses, comenzará una primera etapa de formación teórica y práctica que incluye conceptos legales, sobre derechos humanos y funcionamiento del sistema. También los primeros contactos con las armas y prácticas de defensa personal.

Aprobada esa instancia se pasa al período de «inducción practica en la unidad». O sea, empiezan a trabajar en su futuro lugar de permanencia entre 6 y 8 meses antes de quedar fijo en el puesto. En la actualidad, un agente en formación cobrar unos $ 34 mil de bolsillo, lo que en parte explica el aluvión que se dio de aspirantes.