GABINO BONAFINA: “Probar una Ferrari es como jugar 4 partidos de tenis seguidos”

Vive en Italia desde hace más de 30 años. Su pasión por el tenis y las ganas de superarse lo llevaron primero a Norteamérica y luego a Europa, aunque responder por qué se fue de Mercedes nunca es fácil: “De Mercedes me fui hace bastante tiempo, digamos me fui en el 89, hace 30 años. Por qué me fui es una pregunta bastante difícil de responder o por una razón muy simple: creo que fue por curiosidad”.

“Yo soy profesor de tenis – continúa – era profesor allá en Argentina. Y por curiosidad primero viajé a hacer un curso a Estados Unidos; me fui a aprender el sistema de enseñanza americano y cuando salí pensaba irme para aprender algo y volver a Argentina. En cambio el destino me llevó a otros horizontes. A Estados Unidos fui a hacer un curso internacional de coach en tenis, trabajé en una academia importante en Florida por un tiempo.”

“Después de Estados Unidos vine para Italia y me radiqué acá. Trabajaba muy bien para los americanos pero me interesaba hacer lo mismo en un club italiano. Primero viví cerca de Milano (la zona de Italia donde se dieron los primeros contagios de coronavirus). Ahí estuve cinco años. Mi tarea fue abrir un club para enseñar el sistema americano, es decir donde los chicos duermen, se entrenan, van a la escuela, hacen tenis y preparación física, viven todo el día ahí y eso lo hice por 5 años cerca de Milán. Después estuve un año en Sicilia, en Siracusa, siempre enseñando tenis y finalmente me radiqué en Módena y ya hace 20 años que vivo aquí.”

El recuerdo de Mercedes

“El tiempo pasa y no me daba cuenta de que se me acababa el contrato y cuando finalizó ese contrato de cinco años, allá por el 95/96 decidí quedarme en Italia porque estaba bien y no quería volver a Estados Unidos y, en definitiva, ya hace casi 20 años que estoy trabajando en este club de Módena y me quedé siempre acá viajando a Argentina siempre que se puede.”

“Es muy lindo siempre encontrar a la familia, amigos y disfrutar de Mercedes sobretodo. Mis amigos son Marcelo, Pirucho, Chiquito, y todos los Bonafina porque los Bonafina somos una familia un poco numerosa once hermanos, y cuando digo Bonafina digo Almazán, Asenzo, Luza, etc., una familia muy grande.»

“En Mercedes fui al Colegio San Patricio hasta séptimo grado y después como me gustaba la agronomía, me pasé a la Escuela de Enseñanza Agropecuaria, al agrotécnico como le llamábamos nosotros. Soy la primera promoción de la Escuela Agrotécnica.»

«En Italia conoció a la que es hoy su mujer Isabella con la que tiene una hija de 7 años de nombre Blanca y aclara: “no le pusimos un nombre italiano sino argentino”.

Una navidad después de mucho tiempo

“Cada dos años vamos a Argentina y siempre nos reciben con los brazos abiertos. A fines del 2019 pudimos ir a pasar la Navidad a Mercedes ya que hacia 15 o 20 años que no iba para las fiestas y gracias a mis hermanos que me hicieron pasar una navidad espectacular reuniéndonos todos en la casa de familia que la compró mi hermana Teresita y les agradezco mucho a todos; este año hemos hecho una navidad un poco inusual porque acá nosotros como familia somos ocho o nueve personas y allá (en Mercedes) éramos 38 o 39 personas y los chicos decían que éramos pocos porque faltaban 10 o 15 sobrinos que siempre van por otro lado”.

“Todo el mundo está con este tema bastante complicado de la pandemia; Italia fue uno de los primeros países que empezó con el contagio y muy fuerte sobre todo por los porcentajes de muerte como todos saben; pero ya empezamos a poder ir a entrenar con el tenis; aunque sólo se puede jugar uno contra uno”

Arriba de una Ferrari

Gabino nos cuenta una de las experiencias más emocionantes que vivió en su vida: “Yo trabajé por muchos años en un club que está muy cerquita de Ferrari porque la fábrica está aquí, en Módena. Algunos señores importantes de la fábrica automotriz venían a jugar al tenis y en una ocasión pude conocer a don Enzo Ferrari. A partir de ahí me relacioné con ellos, a los que les enseñaba algunas técnicas del tenis a cambio de poder cumplir un sueño, subir a una Ferrari.”

“Lo que puedo contar es que no solo pude subir a una Ferrari, sino que salí a la pista y fui a dar la prueba con un piloto en la pista de Fórmula 1, pero antes me tuve que hacer un electrocardiograma, de verdad”. Y con esa misma adrenalina que imaginamos nos cuenta que cuando vas a entrar en una curva y es una curva chiquita frena encima de la curva pasando cambios que hace que te pegues contra el asiento. “Cuando bajas – culmina Gabino – tenés que sentarte 15 o 20 minutos porque es como si en mi caso hubiera jugado cuatro partidos seguidos de tenis”.
“Gracias por la entrevista, saludos a mi ciudad, al club Mercedes, a toda mi familia, no puedo dar nombres porque son tantos. Muchas gracias”