Falleció el actor Hugo Arana

Se formó con Marcelo Lavalle y Augusto Fernandes. Debutó en teatro con Enrique Liporace y formó parte del grupo Errare Humanum Est.

Luego, vendría una nutrida labor teatral con títulos como «Made in Lanús», «La ratonera», «Filomena Marturano», «Baraka», «Más que amigos», «Cyrano de Bergerac», «La nona», «Todas las rayuelas», «Mineros», «El puente», «Rotos de amor», «El saludador», «Milonga», entre muchos otros.
Su primera participación en el cine fue en el film «Crónica de un niño solo». Entre las películas en las que trabajó se encuentran «La historia oficial», «El Santo de la Espada», «La tregua», «Volver», «Made in Argentina», «Un lugar en el mundo», «El lado oscuro del corazón», «Las puertitas del Sr. López», «Noche de ronda», «Muerte en Buenos Aires», «Y mañana serán hombres», «Re loca», «La isla».
Su paso por la televisión incluye recordados programas como «Alta Comedia», «Papá corazón», «Los hermanos Torterolo», «Matrimonios y algo más», «El groncho y la dama», «Tato de América», «La banda del Golden Rocket», «Buenos vecinos», «Resistiré», «Vecinos en guerra», «La leona», «Los sónicos», «Los exitosos Pells», «Panadería Los Felipe».

Como actor publicitario, participó en 1972 del exitoso comercial de Vinos Crespi denominado «Escarpines», incrementando notoriamente su popularidad. «Pasan cosas lindas en una familia» era el slogan de la campaña.

En 2003, la Asociación Argentina de Actores y el Senado de la Nación le entregaron el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable. En marzo de 2019, en el marco de la celebración del centenario del sindicato, recibió su medalla por medio siglo de afiliación.

Creemos que la construcción de imagen que cada uno de nosotros hace de las personas públicas se realiza en base, obviamente a su actuación, pero en gran proporción a los roles jugados a su paso. El caso de “Hugo Arana”, por la televisión en comedias y-sobre todo- aquel exitosísimo aviso que resurge, en mi caso, para revestirlo de una ternura e imagen de tipo tierno e inolvidable por culpa del vino Crespi, el de los escarpines.

Y, como si no fuera suficiente cuando en “Matrimonios y algo más” componía un afeminado estrafalario y exagerado que alcanzó enorme repercusión, “Arana” se incorporó a los mas festejados del medio. La lista de películas en las que trabajó es enorme. Los programas de televisión, igual y grabó discos, también. Lo cierto es que una tras otra estas noticias se suceden y casi como que el ¡uhhh…que lástima! que provoca siempre el primer anuncio, de tanto resonar últimamente nos va acostumbrando a reprimir la consternación que los “personajes nuestros” (porque los sentimos asimilados) al fallecer nos provocan.

Lo vimos en un reportaje, muy coloquial y ameno -no hace mucho- en la que con un lenguaje de entrecasa repasaba los claro oscuros de la profesión y, me pareció observarle algunas expresiones típicas de quien experimenta los efectos del tiempo, mientras que los entrevistadores no ocultaban la admiración que se les dibujaba en el rostro y las consideraciones galantes para un hombre que sin estridencias se sumó a nuestras casas.

La gente del espectáculo cuando ha tenido con sus creaciones resonancia popular se inmortaliza con esas máscaras, tipos o gestos que a ellos se alían definitivamente, y muchos más al partir. “El Santo de la Espada”, con la que inició su carrera en el cine, es del año 70, cuando comienza a integrar, también, elencos en mas de una docena de obras de teatro. Estimo que el desopilante “Huguito Araña”, el personaje afectado de bigotito y sacos de lamé plateado, junto a “El Groncho” que jugaba con “Cristina del Valle”, nos acompañaran siempre asociados a su talento.

Es tristísima esta tarea semanal de despedir gente querida. Q.E.P.D, ¡maestro!