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LELÉ FAL: «esta pandemia es una gran cachetada a la soberbia del ser humano»

La talentosa actriz y narradora mercedina tuvo un jugoso diálogo con Octavio Fiorelli en FM Santa María 88.1

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En diálogo con Octavio Fiorelli en Parte del Aire en la primera mañana de la radio por FM Santa María 88.1, la actriz y ex concejal Lelé Fal expresó; «Les agradezco mucho a ustedes que me permiten hablar con una persona diferente en 4 meses a la de mi marido, digamos a tener otro tipo de conversación. No sé qué expectativas tienen ustedes de esta charla. Hablar sobre la pandemia digamos que no podría juzgarla porque ustedes me dijeron que iban a llamarme para charlar cómo me había tomado esta pandemia. Mientras hacía las cosas de mi casa yo decía: y desde donde hablo yo? con qué autoridad? Con ninguna porque nadie tiene autoridad y sólo la conclusión que saco sobre este enemigo es que la naturaleza nos largó para demostrar nuestra finitud; para recordarnos que somos hojitas al viento y nos estamos matando por un espacio de poder, por extremar adelantos que lo único que traen es contaminación. Y entonces dije esto: uno no puede hablar de algo de lo que ignoramos, del enemigo que no conocemos y no lo podemos abordar y combatir.»

Continuó diciendo: «Desde un punto la pandemia está; desde un punto de carácter global, universal, es una gran cachetada a la soberbia del ser humano donde eso te demuestra que no somos nada; que vinimos a hacer un paseo que debió ser maravilloso para todos y las personas no hemos sabido valorar lo que teníamos, lo que la naturaleza nos daba y prevenimos máximas y yo creo que por eso estamos recibiendo esta cachetada; nos tiene desconcertados, por un lado eso, por otro lado cuando veo una reacción de la gente de poder y de la gente con tanto con poder económico como en el manejo de las naciones, de los de las estructuras gubernamentales, me puse como contenta en un principio por decir bueno, esto sirve para que el mundo se escuche; veía todas las mañanas Euronews para ver qué pasaba en Europa cuando todavía acá realmente no se había presentado con esta crueldad y yo decía: pero mirá como los países están brindando ayuda; a los pocos días empezaron unos a acaparar material de prevención y otros diciendo que esto es una gripecita nada más, todo desde un lugar de protegerse personalmente o proteger su país o proteger su pueblo o proteger no sé qué. Porque casi no compartimos todo el conocimiento en función de las vacunas que se están esperando por ejemplo y estamos perdidos. Entonces digamos no hay mucho que decir; puedo decir que estoy conociendo cada vez más la naturaleza nefasta de las personas que conducen y de las que estamos dependiendo de sus decisiones.»

En referencia a lo doméstico y familiar definió que: «A nivel personal, a los 72 años, es una experiencia que no difiere mucho de los últimos inviernos míos más allá de lo que pueda pensar la gente que me ha visto alguna vez en un escenario o en un desempeño político o laboral; yo soy una persona absolutamente casera; nunca me gusta trasnochar; la paso espléndido dentro de mi casa; tengo un mundo que ronda en cosas muy sencillas y que para mí son de como una satisfacción como es cocinar para los míos, tejer para los míos y para los amigos, tener pequeños encuentros que ahora no los puedo tener pero la vida social no ha sido salir a la calle ni estar en eventos; nada de eso ha sido. Lo que extraño con desesperación es a mis hijas, a mi nuera y a mis nietos y a los amigos de siempre con los que uno sigue manteniendo el contacto telefónico o una pasada en el auto por la ventana pero no extraño una vida digamos glamorosa fuera de mi casa.»

Yendo al aspecto social Lelé fue muy explícita: «Uno escucha muy atentamente y también no puedo dejar de pensar en cómo se plantean desde los estados ayudar a los más necesitados sabiendo que, claro, yo soy naturalmente una humanista; a mí me importa más allá de cualquier estructura que la vida de los demás tenga oportunidades; que si vino a este mundo tenga una oportunidad de desarrollarse o de desarrollar sus talentos pero por sobre todo de tener para comer y porque nada es posible ni ninguna instancia superior del espíritu es posible si uno no tiene cubiertas las necesidades básicas tan vapuleadas; entonces opino que a la ayuda social yo estructuralmente no conozco cómo se maneja en un estado una situación macro; lo que sí sé es que si nos ocupamos cada uno de 10 personas como decía Santa Teresa podemos ir sobrellevando esto; es el momento cumbre de la solidaridad; digamos que las medidas económicas que puede estar tomando el gobierno si seguramente no alcanzan pero sí pienso que hay una cabeza puesta en el ayudar al otro y en contener esta tragedia porque a mí me resulta muy fácil hablar desde acá sentada en mi comedor; esto a las personas con desventajas económicas les está mostrando la peor cara de la vida. Sabes porqué lo digo? Porque ahora estoy viendo que se están mandando acciones políticas dentro del país por buscarle como la pata al gato de no perder espacios de poder; hay una desesperación de perder espacio político y me da la sensación que entonces están olvidando que la tarea era la actitud del comienzo de esto: quedamos todos iguales, que no tenía importancia el color político, que acá lo que teníamos que hacer era unirnos para un discurso maravilloso y eso se está perdiendo en el momento cumbre.»

«Cuando tenemos la peor situación a nivel país veo ayer por tele la cantidad de miseria arriba de las mesas y eso me deprime, me amarga, porque yo como ciudadana puedo atender y ocuparme de algunas personas en este momento difícil que viven pero nadie puede abarcar la situación de los barrios, la situación de las ciudades que están en el gran Buenos Aires en medio de este dolor; la humanidad tiene una oportunidad de salvarse espiritualmente pero me está doliendo esto que estoy viendo en el país; en este caso a nivel de ciudad me parece que se están manejando muy bien; pero no conozco el detalle de las actividades en los barrios; por ejemplo que la juventud radical a la que adhiero por una cuestión de compartir valores y que mi hijo Lucas trabajo tanto con ellos y sé que por ejemplo están trabajando para esta familia que tuvo esta desdicha de un incendio terrible y siguen estando en los comedores en plena pandemia tratando de hacer su aporte; digamos lo que nos puede salvar es la juventud a la que tenemos que cuidar; esa juventud que les tocó esto para darle la oportunidad de hacer un viraje, un cambio; parece un poco romántica esta expresión pero a otras generaciones le tocaron las guerras; nosotros lo que tenemos es como una falta de entrenamiento en el dolor extremo porque hemos pasado mil y unas pero no sabemos lo que es la verdadera tragedia, hasta ahora no sabíamos. Estás hablando con alguien de una naturaleza trágica respecto a que la vida no es una cosa tan fácil ni glamorosa ni nadie nos prometió un jardín de rosas; trágica no en el sentido lúgubre de las cosas sino que tengo consciencia de nuestra finitud y si algo me faltaba para tener esa conciencia fue digamos el cachetazo que nos dio la vida a esta familia hace 4 años; ahí es donde encima volvés a recapacitar; donde el accidente y lo inesperado; yo siempre estoy alerta que ahí está escondido pero esto me supera mí, a mi familia y al mundo; este mal terrible.»

Por último Lelé Fal en el aire de la radio dejó este mensaje: «Quiero ser realista; si eso es lo primero que sentí yo cuando esto se inicia, cuando dicen que no saben qué es, que no pueden controlar. Creo en Dios pero tengo que creer en un Dios que sí a lo mejor está cansado de darnos oportunidaddes; creo que se ha cansado y Dios y la naturaleza se funden en esto. Sí está el arte y yo he tenido oportunidad de hacer algunos relatos por radio en la primera etapa de esta pandemia; uno siente que acompaña por un momento; hay unos relatos maravillosos también que organizan Tato Deluca los domingos con Verónica Mateo que son tan talentosos y tienen ese poder de convocatoria que también nos acompañan. Sin duda Cristina es una narradora maravillosa y va a cumplir con ese espacio en FM Santa María con ese talento que tiene en beneficio de los demás. Claro que cada uno aporta dentro de lo que puede y me parece muy bonito; el arte cumple esa función.-«

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