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Una escuela de vida para salir de la droga

Las ofertas de solución y recuperación son múltiples y variadas. Hoy queremos contarles de la existencia de un centro de recuperación de adicciones que funciona en nuestro país, que pertenece a la Iglesia Católica y que es totalmente gratuito.

Publicado

Por Redacción Grupo La Verdad

En el Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas resulta loable destacar el trabajo y el esfuerzo de tantas personas e instituciones que buscan ayudar a quienes son víctimas de las adicciones. Muchos hombres y mujeres sufren la dependencia a sustancias que los esclavizan y terminan arruinando sus vidas y la de sus familias.

Las ofertas de solución y recuperación son múltiples y variadas. Hoy queremos contarles de la existencia de un centro de recuperación de adicciones que funciona en nuestro País, que pertenece a la Iglesia Católica y que es totalmente gratuito. Se llama Comunidad Cenacolo y en Argentina tiene cuatro casas, tres en Buenos Aires, en las localidades de Pilar, Mercedes y Villa Rosa, y una en Catamarca.

La historia de esta Comunidad surge en Italia el 16 de julio de 1983, en una casa abandonada y destruida que le cedieron a la hermana Elvira Petrozzi, la fundadora de este proyecto. Viendo multitudes de jóvenes que habían perdido la alegría y las ganas de vivir a causa de las adicciones, esta religiosa abre las puertas de esta casa para recibirlos y ayudarlos a recuperarse. Empezaron a llegar jóvenes de todas partes pidiendo ser admitidos para poder encontrar el sentido de la vida. Así se multiplicaron las casas de la Comunidad Cenacolo, primero en Italia, después en Europa y luego en otras partes del mundo.

Actualmente las fraternidades son 63, presentes en 18 países. Con el correr de los años, fascinados por el estilo de vida, de fe, de compartir y de servicio que se vive en la Comunidad, se unieron a Madre Elvira jóvenes voluntarios, laicos, familias, hermanos, sacerdotes, consagrados, que viven y se dedican a tiempo completo y en la total gratuidad al servicio de esta obra.

La Comunidad Cenacolo está reconocida por la Iglesia, en el Pontificio Consejo para los Laicos, como Asociación Privada Internacional de Fieles.

No es sólo un lugar de recuperación de adicciones sino una “escuela de vida”, “una familia grande”, donde la persona recibida pueda sentirse “en casa” para encontrar su propia dignidad, la sanación de las heridas, la paz del corazón, la alegría de vivir y el deseo de amar.

A quienes ingresan se les proponemos un estilo de vida comunitaria simple y familiar. Se los recibe gratuitamente como signo de amor verdadero; la amistad sincera como base de las relaciones humanas y del amor fraterno; redescubrir el trabajo vivido como un don y el esfuerzo para madurar en las responsabilidades de la vida; la oración y la fe en Jesucristo, como respuesta a la necesidad de amor infinito que habita en el corazón humano.

Quienes forman parte de la Comunidad creen que la vida cristiana en su simplicidad es la respuesta verdadera a toda inquietud del corazón, y que solo Quien ha creado al hombre puede reconstruir su corazón herido por experiencias que lo han engañado y desilusionado.

La verdadera fuerza de la Comunidad es el Amor. Desde el principio se vive en un abandono confiado en la Divina Providencia, que se manifiesta en el día a día mediante pequeños y grandes gestos de generosidad de muchas personas que creen en esta propuesta de vida y de fe.

Quienes deseen conocer más sobre esta obra pueden visitar la página web www.comunitacenacolo.it/es/

Testimonio de Ciro Guerrero
Ciro es un joven de México, de 32 años, que es abogado. Tuvo problemas de adicciones y se recuperó en la Comunidad Cenacolo. Actualmente es responsable de la Comunidad que funciona en Mercedes, Buenos Aires, llamada fraternidad Divina Providencia.

¿Ciro por qué una persona cae en las adicciones?
Normalmente cuando uno no se encuentra bien consigo mismo da la oportunidad a que las cosas no fluyan bien en la vida. La falta de comunicación, la mentira, el desorden, y todas las heridas que una persona tiene llevan a que no se sienta bien, a mí me pasó así.

Siempre pensé que los problemas que tenía no me hacían daño, no me hacían mal, y fui juntando malestar hasta el momento en que me di cuenta de que no podía solo. La droga o el consumo de alguna otra sustancia para no enfrentar los problemas, es justamente producto de falta de comunicación, de no sentirte libre. Creo que cuando uno termina en las adicciones es porque no encuentra la felicidad. Normalmente la falta de atención para con tu propia persona, con tu vida, la falta de interés, te hace caer en eso.¿Cómo es la vida de una persona con adicciones?
Es un caos, un infierno, es no tener libertad, es tristeza, y es una vida llena de mentiras, de escapar de un lado a otro, de no sentirte bien contigo mismo, no poder estar en un lugar tranquilo. Es una vida sin nada de confianza, con una voluntad por el suelo, en la que generalmente se termina con la pérdida de dignidad, es perder prácticamente todo, es una tormenta constante, un caerte y no poder levantarte.

¿Cómo fue tu encuentro con la Comunidad Cenacolo?
Yo estoy muy agradecido con Dios y con mi familia porque mi familia nunca me dejó, nunca me abandonó. Un conocido de la familia se enteró del problema que yo tenía y decidió mostrarles un poco la Comunidad Cenacolo. Mi familia empezó a investigar y se contactó con la Comunidad.

Yo estaba en un centro de recuperación terapéutica y me llamaron para decirme que había otra opción que era la Comunidad Cenacolo. Al principio mi respuesta fue negativa. Gracias a Dios mi familia insistió y yo finalmente ingresé a la Comunidad en Argentina, porque en México sólo había misiones para niños huérfanos, que es otra de las tareas que realiza la Comunidad.

¿Qué cambios ha producido la Comunidad Cenacolo en tu vida?
El cambio fue total. Hasta la forma de caminar te cambia la Comunidad. Yo creo que lo más importante que me ha cambiado es el corazón, es el interior, es tener una vida simple y sencilla. Me ha ayudado a valorar lo poco o lo mucho que se tiene, me ha dado orden, me ha creado una gran responsabilidad en la vida, despertó mi conciencia. Todo esto ayuda a quererme como soy, a sentirme libre y poder vivir con libertad. La Comunidad me ha devuelto la simplicidad de las cosas, con el trabajo, la oración, y la convivencia.

¿Qué mensaje darías a las personas que tienen adicciones y a sus familias?
Nuestra Comunidad tiene un lema que dice “una esperanza que renace”. Les diría que no hay que perder la esperanza. Cuando pareciera que está todo perdido, sin embargo no lo está. Hay que tener fe, confianza y hay que luchar. Si uno no pierde la esperanza siempre va a haber un camino para poder hacerte responsable de la vida.

¿Qué deben hacer las personas que desean ingresar a la comunidad?
Hoy en la Argentina nuestra Comunidad Cenacolo ha crecido y estamos muy contentos de poder tener una casa en Catamarca, y tres casas en la provincia de Buenos Aires, dos de esas casas son de hombres y una para mujeres. Antes de que una persona ingrese a la Comunidad se realizan coloquios o reuniones para conocer un poco más de qué se trata.

Por la situación actual de Covid-19 los coloquios son telefónicos. Los contactos para mujeres son: 11-50162123 o 11-37550891. Para hombres: 2323-470133 o 11-40534967.

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